Entrevista a Ramón Prats, de Soma Beer: "La cerveza es mi manera de expresarme, como el que pinta cuadros o hace música."

Entrevista a Ramón Prats, de Soma Beer: "La cerveza es mi manera de expresarme, como el que pinta cuadros o hace música."

Entrevistamos a Ramón Pratsfundador y brewer de Soma Beer, mientras preparamos la barbacoa que celebramos durante las colaboraciones, y se cocina Ambigram, una DDH IPA, de 6%, con lúpulos Citra, Mosaic y El Dorado, ya disponible en nuestra tienda online). 

Península: ¿Cómo describirías el proyecto de Soma Beer? Cuéntanos un poco su historia, de dónde surgió.

Ramón: Hace 8 años, empecé a probar cerveza artesana, por curiosidad, comencé con las belgas, como mucha gente. De repente un día probé una cerveza lupulada, y bueno, cuando salí de ese bar me salió ese eructo del lúpulo y… (risas) me quedé pensando qué era ese sabor. A partir de ahí, me empecé a interesar por las IPAs y por la cerveza craft. Donde yo vivía, en Banyoles, había una tienda, que aún existe, y cada semana me llevaba un par de botellas. Un día vi un libro allí de cómo hacer cerveza, que por entonces me suponía una gran inversión, pero decidí llevármelo. Siempre me ha gustado hacerme mis cosas: cocinar, cultivar, hacerme equipos, tengo vocación de “ingeniero casero”.

Me devoré el libro, monté mi equipo y empecé a hacer birra en casa. Comencé a informarme en foros americanos sobre elaboración, donde de lo que más se hablaba eran las West Coast IPA, recuerdo. A partir del cuarto lote ya solo fabriqué IPAs, una detrás de otra, y a la gente que las probaba les gustaba.

Yo vivía en una masía en el campo, y por una casualidad, unos vecinos iban a montar una fiesta y me pidieron 100 litros de cerveza. Al final, cancelaron la fiesta, y como no sabía que hacer con la birra, la llevé a un bar de Girona, y resulta que les encantó. Me empezaron a pedir todas las semanas, y a mí ese extra de dinero me venía genial. Se empezó a generar un hype en el bar (aún no era Soma, la llamaban “Ramón de Serinyà”, como el pueblo donde vivía). Además, ese tipo de  West Coast IPA moderna no había llegado allí aún, mucho aroma y sabor y poco amargor. Al menos yo tenía la sensación de hacer algo distinto a lo que había.

Gracias a eso, me planteé dedicarme a ello profesionalmente, aunque me costó mucho. Mis padres me dejaron algo de dinero para empezar, y tuve la suerte de que había una gente que empezó un proyecto muy chulo con ollas de 500 litros, que por desgracia no les fue bien, y me quedé el equipo. El primer año me costó, empecé con una cerradora de latas de Wallapop que modifiqué para adaptarla a las de cerveza, cuando empecé con las cervezas hazy. Ya salimos con diseños bastante llamativos, y de repente fue como un boom. Podía hacer muy poca pero cuando salía estaba vendidísima, y así hasta ahora. He ampliado un poco el equipo, pero tampoco mucho, 4 fermentadores, para una cerveza por semana. Tenemos solo 2 cervezas de línea Combo y Pyramid, dos IPAs, la mayoría de cervezas que hacemos son one-offs.

P: Y ahora tú, Ramón, ¿quién eres a nivel personal?

R: Me considero bastante obsesivo y perfeccionista con las cosas, creo que esto ha influido a nivel de cerveza y diseños. En lo único que no he querido escatimar ha sido en la calidad del producto, al menos para yo estar orgulloso del producto. No me importa tirar lotes si veo que no representan Soma.

P: ¿Qué queréis transmitir a través de vuestro producto?

R: Principalmente calidad, y algo que sea único. Que te tomes algo especial, que te llame la atención. Para mí la cerveza es como mi manera de expresarme, como el que pinta cuadros o hace música. Algo que está al día, buscando el siguiente paso. Me gusta mucho el arte, hacía grafiti de pequeño, me gusta el rap, un poco como esto, la cerveza es algo de la calle, algo joven.

P: ¿Qué es lo que más valoráis a la hora de hacer colaboraciones?

R: Hay dos motivos principales: porque hay una amistad con la otra cervecera, y porque hay una admiración por algún motivo (sus cervezas, su proyecto, su imagen, su manera de ver el producto).

P: Valoración de la escena craft local en Catalunya y en España.

R: Yo creo que está empezando a madurar el mercado. Todo empezó con este concepto de la tostada, la rubia y la negra. Había poco conocimiento de los estilos. No había cultura. Ahora sí la hay, está creciendo mucho, con mucha influencia de EEUU. Queda camino, pero cada vez más desde Europa se fijan en nosotros, nos ven como un mercado interesante. Ya hay proyectos serios, con conceptos avanzados. Antes había como un gap de 15 años con ellos, pero se está reduciendo mucho. Si algún día hiciéramos algo único propio ya sería la hostia, como han hecho los italianos como la grape ale.

P: Elige tres cervezas: una de Soma, una nacional y una internacional.

R: Soma - Gelato, una triple IPA que hicimos, con Mosaic y 30 gr/l de dry-hopping, un desastre a nivel económico, tuvimos un 50% de mermas. Para esa cerveza tuve que hacer un evento para poder venderla a precio lógico.

Nacional - Las Hazy Vibes de Península por supuesto (risas).

Internacional - Double Mosaic Dream de Other Half, para mí son un referente.

P: Y ahora, más cultura. Un grupo de música, un libro y una serie.

R: Un artista - Me gusta mucho Yung Beef. Llevo 6 años escuchándolo muchísimo, es un artista increíble.

Un libro - El de Water, de John Palmer y Colin Kaminski, el del tratamiento de agua.

Una película/serie - Para mí es muy heavy Pulp Fiction aun que sea el tópico… y de serie, Fargo.

P: Describe el lugar perfecto para beber cerveza, y recomendarnos alguno.

R: Una barbacoa. Si puede ser en el campo mejor, aunque la de hoy ha estado genial (risas).

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