Entrevista a Judit Piñol y Michael Jones, de Doskiwis: "Es un buen momento para el craft en general, no solo para la cerveza, tenemos que apoyarnos los unos a los otros."

Entrevista a Judit Piñol y Michael Jones, de Doskiwis: "Es un buen momento para el craft en general, no solo para la cerveza, tenemos que apoyarnos los unos a los otros."

 

Entrevistamos a Judit Piñol y Michael Jones, quienes forman Doskiwis Brewing, mientras se termina de reposar la paella, y se cocina Entre Amigos, una Hazy Pale Ale, de 4.8%, con lúpulos Nelson y Citra, ya disponible en nuestra tienda online

Península: ¿Cómo describiríais el proyecto de Doskiwis Brewing? Contadnos un poco vuestra historia.

Judit: Siempre lo describimos como cervezas modernas y accesibles, cervezas que nos gusta beber. Con la calidad como prioridad.

Michael: Aspiramos a hacer cervezas que gusten a la gente y que las puedan disfrutar.

J: En cuanto a nuestra historia, nos conocimos en Londres. Yo soy de un pueblo pequeño de L’Empordà, y Londres me abrió la mente no solo en cuanto a cerveza si no también con el café, vino, todo lo artesano.

M: Cuando volvimos al pueblo, e intentamos encontrar buena cerveza artesanal lo encontramos muy difícil.

J: Lo echábamos mucho de menos cuando volvíamos a Girona. Durante esos años, hicimos un par de viajes a Australia y Nueva Zelanda (Michael es de allí), y durante uno de ellos, un amigo estaba fermentando cerveza en su casa, la escuchábamos por las noches (se ríen). En 2013, ese chico empezó una microcervecera, y estuve ayudándole y aprendiendo sobre el proceso. Michael ya tenía más cultura cervecera viniendo del mundo anglosajón. Cuando decidimos dejar Londres, pasamos unos meses en Catalunya y empezamos hacer cerveza en casa… y así arrancamos. En 2014, Michael tenía un amigo que se iba a casar en Toulouse, y llevamos la cerveza a la boda, y triunfó, nos dio mucha confianza. Comercialmente comenzamos en 2016, sin fábrica propia, y en 2018 encontramos ya nuestro local, para controlar mejor los procesos y tener contacto más estrecho con el cliente, donde se sientan como en casa.

M: Hicimos la instalación nosotros mismos, yo me encargué de casi todo (risas). Nos costó un año completo, quizá demasiado, con todo el papeleo y demás, pero ya por fin está terminado.

P: Y ahora vosotros, ¿quiénes sois a nivel personal?

M: Físicamente, soy un hombre blanco de 37 años, de Nueva Zelanda, de ascendencia galesa y británica. No sé si es la respuesta que querías (se ríe). Nos encanta disfrutar de la comida, bebida, de las ciudades a las que podemos viajar, como Madrid, Copenague, Londres, donde buscamos café, vino y cerveza artesana (si no, no nos dedicaríamos a esto). También me gustan mucho los coches, la Fórmula 1, Alonso, Sainz, McLaren, que de hecho es de origen neozelandés. Como dato curioso, su logo originalmente era un kiwi (se ríe).

Antes de la cerveza… soy disléxico, dejé los estudios a los 15-16 años, e hice muchos trabajos prácticos: coches, peluquería, y sobretodo en la moda (en la Semanas de la Moda de Londres, Nuevo York, Milan…). Y también siempre me ha gustado construir cosas, trabajar con las manos, así que ahora el círculo se ha cerrado. El “Do It Yourself” está muy arraigado en la cultura neozelandesa. Allí si necesitas cambiar el suelo o construir un balcón, llamas a tus amigos y lo terminas entre barbacoa y cervezas.

J: ¡Eso nos vino genial para la fábrica! (risas). Yo soy de un pueblo pequeño, de l’Empordà en Girona. Cuando era adolescente, las cámaras de fotos empezaron a ser más accesibles, como en 2006, y me aficione a la fotografía. Hice un ciclo superior de imagen, y me fui a Londres, justo en la época de la crisis. Trabajé en el mundo de la moda, donde conocí a Michael, y me di cuenta de que ese mundo no era lo mío. Yo sentía mucho amor por los productos bien hechos, artesanos, la agricultura regenerativa, echaba de menos el campo. Quería intentar aportar mi granito de arena a la zona de donde soy. También la moda es un mundo muy solitario, individual y frío, todo lo contrario a la comunidad que se respira entre los pequeños comerciantes, algo que aprendí en la microcervecera. Se siente esa aportación personal a la comunidad.

P: ¿Qué queréis transmitir a través de vuestro producto?

J: Para mí, es transmitir un buen rato, un momento de disfrute.

M: De eso se trata la cerveza: tiempo de calidad, conexiones, producto de calidad. Hacer sentir a alguien algo que no ha experimentado antes, incluso quizá conseguir que se pasen al craft.

J: Crear un recuerdo positivo gracias a la cerveza, en definitiva. Nuestro taproom es un punto de encuentro de gente muy diferente, desde un pavés de un pueblo cercano, hasta gente que viene incluso de Australia, pero que encuentra su lugar especial en el mismo sitio.

M: La cerveza es una buena “niveladora”. No necesitas mucho dinero para disfrutarla. No es como el vino, o el whisky, entre todos los tipos de cervezas terminas abarcando a todo el mundo. Echamos mucho de menos el taproom.

P: ¿Qué es lo que más valoráis a la hora de hacer colaboraciones?

M: Compartir información con personas que nos gustan.

J: Aprender. Te abre mucho la perspectiva. Ver diferentes maneras de hacer los mismos procesos. Te hace crecer como cervecero, como persona y como profesional.

M: Siempre es inspirador ver a otras cerveceras, siempre tienen mucha personalidad. Es algo de admirar, nunca ves a dos cerveceras hacer las cosas de la misma manera.

J: Aparte de visitar las ciudades y conocer los productos locales de allí (risas).

P: Valoración de la escena craft local en Catalunya y en España.

J: En Catalunya creo que es un muy buen momento. En los últimos años se ha hablado mucho de la cerveza artesana en la prensa y la televisión y cada vez hay más sitios donde la ofrecen.

M: Creo que en este momento se está creciendo en Catalunya. No solo hay pequeños productores, ya no estamos en la etapa en la que las cerveceras son versiones grandes de cerveceros caseros, algo que sabemos que no es tan estable. El nivel ha subido en Catalunya y en España en general en los últimos años, y estamos empezando a abarcar más mercado, y cogiendo una pequeña parte del mercado industrial que lleva tanto tiempo dominando en España.

J: Quería hablar sobre la pandemia, pero en realidad aún no sabemos todos los efectos que ha tenido, sobre todo a largo plazo. Por otro lado, se ha abierto el portal online, donde vimos un boom. Ahora ha caído pero parece que la compra de cerveza online ha venido para quedarse.

M: También es interesante cómo ha afectado a otros productos artesanos, como el café, o el queso. Así las industrias pueden crecer juntas, creo que nos hace más fuertes.

J. Nosotros estamos empezando a trabajar con otros productores. En nuestro taproom servimos ternera, alimentada de nuestro bagazo. Nos damos soporte los unos a los otros. Es un buen momento para el craft en general, no solo para la cerveza, tenemos que apoyarnos los unos a los otros.

P: Elegid tres cervezas: una de Doskiwis, una nacional y una internacional.

M: Creo que nuestra favorita internacional sería The Kernel Brewery, en Londres. Las Pale Ales y las IPAs. Más o menos sobre el 2007 o 2008. Recuerdo que fueron de las primeras que probé con Nelson, Citra o Mosaic.

J: Sí, nos quedamos con una IPA de Kernel.

M: Una de España, y que no sea de Doskiwis… hemos probado una single-hop de Strata de Basqueland, Cream of Strata, justo anoche, que estaba bastante buena.

J: Una buena muestra de lo que es ese lúpulo.

M: Las single-hop son geniales para ir aprendiendo los perfiles de los lúpulos, y de dónde viene cada nota de sabor.

J: También nos encantó vuestra Gravity (se ríe). De Doskiwis creo que me quedaría con Set.

M: Sí, yo recomendaría Set.

J: Tiene muy buen feedback, y es bastante diferente. Siento como que di en el clavo con la receta (se ríen). Tenía muy claro que queríamos una doble IPA con lúpulos modernos. Y además se venden muy bien.

M: También recomendaría una de nuestras Pale Ales, porque es lo que me gusta beber a mí. Cervezas de las que te puedes beber varias y no te cansas. Me gusta mucho Pour Me Out, que es una cerveza que hicimos hace tiempo, con lúpulos australianos y neozelandeses. Una Pale Ale con cuerpo, con un punto dulce, y algo turbia.

P: Y ahora, más cultura. Un grupo de música, un libro y una serie.

M: Pavement. ¿Podemos dar un par más? Te puedo dar todo el top que me sale en Spotify (Se ríe).

J: Pavement porque cuando nos conocimos hace 10 años, él los escuchaba a todas horas y yo no los conocía. Nos unió de alguna manera. Tocaron en el Primavera Sound y ambos estuvimos allí. De alguna manera la música nos unió. Nos encanta a los dos y siempre suena en nuestro taproom.

M: Pavement, The Brian Jonestown Massacre,… ¿Puedo decir 5 bandas más? Pavement, Chastity Belt, Courtney Barnett, Kurt Vile, Galaxie 500.

J: Un libro creo que sería The Art of Fermentation, es muy bueno, de Sandor Elix Katz.

M: Railroad Forever, A Cookbook, de Lizzie Parle & Matthew Doran.

J: Son amigos. Tienen un café en Londres, los conocemos de cuando vivíamos allí, lo cerraron e hicieron un libro con las recetas. En cuanto a series, creo que deberíamos decir Seinfeld, muy 90’s. Y de ahora así de Netflix, Pretend It’s a City, de Fran Lebowitz y Martin Scorsese, que va sobre Nueva York en los 70.

P: Describe el lugar perfecto para beber cerveza, y recomendarnos alguno.

M: En Doskiwis seguro (se ríen).

J: Una situación… Una tarde soleada, algo de brisa, con amigos y seres queridos. Sé que suena cursi, pero es mi favorita.

M: Para mí, una playa soleada en Australia, Jervis Bay. A pesar de ser neozelandés… tendría que haber dicho Wellington Harbour, Lyall Bay, pero en un buen día, que hace mucho viento (se ríe).

P: Pues eso es todo, muchas gracias por compartir un poco de vosotros para que os conozcamos mejor.

J y M: ¡A vosotros!

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